miércoles, 24 de octubre de 2012

uno piedra


De entrada, me lanzo al sarape de la música mexicana, la música en México, la música de México y los matices que pueden servir para dar, más que un panorama, un trago del líquido espeso de lo que hay y sobre todo merece sacarse a colación y a fandango, para disfrute de muchos, en sintonía y buen paso.

La música como eje y como preludio a la danza: despertar al cascabel.

La música nos acompañe: pasando por el sonido grave de las cosas, la punta aguda de los sentimientos, la lotería de las sensaciones.




Sonoros rugires...  soles y piedras, para marcar el ritmo...  volar sobre la duela

Un bazar, una kermesse, un rehilete de sonidos: pulsos matracas, barro con sol, raspados de soles ebrios

Un molcajete de platos piedras: platicar con las piedras, comerse las texturas, bailar un son, quemarse con un aire

Me gusta tener un plato para volar, para verlo girar: ojo de papel o barro o piedra porosa
para volar, para exprimir el zumo de los limones o la pasta de los ajos: Nada que ver, y todo, con la música.

Las órbitas de los ojos en piedra pómez o en pinole
con el ruido armonioso que las aguas procelosas o furiosas
estampan sobre masas pétreas, que pueden ser, también, casi líquidos pedazos de nube, brazos de gema
(oscuros, verdes, radiantes, veteadas, tersas o uniformes) que hay regados en esta tierra vasta y generosa



Geografía inagotable, de corazones estrujados, de presurosos compañeros de andadas, de fugas, de cruces, de apuestas, de gritos: rueda(s) de la(s) fortuna(s) encarnadas en panes amasados de colores (árboles de la vida: pasteles suculentos de barro, tierra mojada), nacimientos, ofrendas





Ganas de entregar cada mes (de vocear cada vez) en pregones que inviten al ensueño o a la siesta o a la fiesta (de los sones, de los zapateados)

Cartas parajugar con el destino anónimo de muchos (El Valiente, Las Jaras, El Barril, La Escalera): juego de pelotas que vuelan: piedras de resina que no explota


Sonoridades, sonidos, sonajas, ojos de venado, flor y canto en madrugadas húmedas o atardeceres ebrios.