tag:blogger.com,1999:blog-3575321413091210425.post1223636294421027614..comments2012-12-22T23:14:53.469-08:00Comments on crisol volcán: tres libreAnonymoushttp://www.blogger.com/profile/11889940702723930436noreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-3575321413091210425.post-82381891122200630702012-12-22T23:14:53.469-08:002012-12-22T23:14:53.469-08:00me comento a mí mismo, o me explico:
viajar con l...me comento a mí mismo, o me explico:<br /><br />viajar con la imaginación, primero, y en tren, porque si:}<br /><br /><br />O cómo explicarte Bernstein con Danzón, Arturo Márquez, en el tren, de una ciudad a otra, pero empezando como que no quiere la cosa, en Veracruz pero con el rumbo neoyorquino de la música montada sobre una estructura melódica imposible, de tan buena…<br />Hasta Revueltas mismo, sin dejar el paisaje fuera, nunca: ser parte de él. Y darle un sentido lúdico, juego de empalmes y empeines sonoros, como de rueca de circo, si es que puede hablarse de alguna, en esos términos: un artefacto que sólo puede encontrarse entre el aserrín y las jaulas y los espacios limitados para dar una función o poner un número…<br />El vals sin fin de la orquesta en pleno entusiasmo por vigorizar lo que venimos viendo… Casi De Falla, también, pensaba ayer, pero enzacatecado: la visión musical del jerezano con puras notas y repliegues sonoros<br /><br />No saber nada de la colonial por excelencia cuna del barrocompuesto o churriguera moderado, o morigerado a fuerza de betunes y sorpresas, así nomás<br />La sabrosura de las superficies campestres con árboles como sombras espaciadas sobre la verdura cambiante en tonos e intensidades: cuadrados demasiado imperfectos para no pensar en un truco barato para pintar asi las cosas, tan desequilibradas. El brio que nos lleva a un danzón que se hizo bolero con la vehemencia del repetitivo Mauricio con la despreocupada cantinela de un músico serbio<br />Un danzón arrastrado, por el desierto de una playa. La suavidad de la arena con la brisa y el calor arrugado de las prendas vaporosas de la bailada pausada, casi nunca enloquecida, con la brisa del puerto enardecida por los sonidos de la marimba, al fondo, pero el rasparse los zapatos sobre el piso y entrecortado el murmullo de los abanicos, fiesta sonora sin dejar lugar a dudas. <br />El nombre era lo de menos. Se trataba de los ferrocarriles enlazados por la brisa de las músicas y las montañas del trayecto. Tocando cada fibra de los pulmones al respirar aquel aire tan fresco y la llegada, de madrugada, levantando la humedad, al puerto, orgulloso y rozagante: dispuesto a ti, a todo, a lo que sea. La vehemencia de la canción desmesurada. Descripción narrativa de los recorridos. Juego de cartones y latones, dispuestos sobre la vía o en el andén, siempre inexistente. De paso, pues.<br />Anonymoushttps://www.blogger.com/profile/11889940702723930436noreply@blogger.com